domingo, 25 de noviembre de 2018

Mermelada de majuelas - bayas de espino albar

Este año hemos preparado un poco de mermelada de majuelas (las bayas del espino albar, crataegus monogyna, que crece en estado silvestre por toda la peninsular ibérica.)


Hay varios formas de preparar estos frutos, pero la forma más habitual es en mermelada o jalea

Despues de recogidas, lo primero es separarlas de sus hojas, las lavamos y ponemos a hervir con un poco de agua, que las cubra por completo, durante una media hora. Durante este tiempo absorberán todo el agua volviéndose más tiernas.


Una vez cocidas tenemos dos opciones; prepara jalea, dejando de un día para otro escurriendo el líquido en un colador o gasa. Quedarán sin pasar, las semillas y la pulpa. Después añadiremos a ese líquido el azúcar necesario en función de lo dulce que suelas preparar las jaleas (desde un tercio del peso del líquido, hasta el mismo peso del líquido) y el zumo de limón y dejaremos cocer hasta conseguir la textura deseada.


Otra opción será preparar mermelada, algo más laborioso, pero en el que perderemos menos materia prima. Ponemos en un colador y vamos aplastando con un tenedor para que pase, además del líquido, una gran parte de la pulpa (quedarán en el colador las semillas y una parte de la pulpa que no consiga pasar por el colador). Os recomiendo que lo vayáis filtrando en pequeñas cantidades, porque será más fácil ir aplastando con el tenedor (con el pasapurés no funciona, ya que las semillas son muy grandes para que pueda girar, lo he comprobado... ).

Al igual que con la jalea, después de filtrarlo, añadiremos a ese puré el azúcar necesario en función de lo dulce que suelas preparar las mermeladas (desde un tercio del peso del líquido, hasta el mismo peso del líquido) y el zumo de limón y dejaremos cocer hasta conseguir la textura deseada.

Una vez listo, envasamos como de costumbre. La consumimos en pocos días si hacemos poca cantidad y no queremos envasarla al vacío.


Queda una jalea (de color más rojo vivo) o una mermelada silvestre (de color más amarronado), con un sabor especial pero bastante neutro, que recuerda un poco a las mermeladas de manzana o madroño, y que podemos mezclar con otros frutos (manzanas, peras, rosa canina...) y/o especias (por ejemplo, canela, jengibre...). Y como todo lo silvestre, con mucha más vida y mejor para nuestros bosques.

Y vosotros ¿la habéis preparado alguna vez?

miércoles, 22 de agosto de 2018

Revoco exterior fino - Ampliación Vivienda-Refugio

Después de unos días de trabajo, hemos terminado los revocos finos exteriores de la ampliación. 


Aunque antes de dar la última capa, hemos rellenado los huecos de la pared, igualándola, con una masa rápida de arcilla-arena, para así dejar más recta la pared. Este paso no es necesario, pero queríamos además, cubrir los listones de madera bajo las ventanas. 


Ahora sí, preparamos la masa del revoco fino, en este caso siguiendo una receta de Jorge Belanko (puede verse en este vídeo a partir del minuto 34)
Para un carretillo: 
  • 3 baldes de arcilla (previamente fermentada un tiempo en bosta de caballo)
  • 4 baldes de arena fina
  • 2 vasos de leche en polvo
  • 1 litro de engrudo casero ( cociendo 1 parte de harina por 4 de agua)
  • 1 vaso de aceite linaza


En esta foto se ve el revoco ya seco a la izda, el revoco recién aplicado y, junto a las ventanas frontales, el revoco previo. Aunque la arcilla de nuestra zona es bastante ocre, al estar fermentada queda al secar un tono verdoso-grisáceo, con una textura muy resistente.


Revocamos todo, uniendo la ampliación con la antigua pared.


Y así queda según se va secando...

Vista oeste

Vista norte

Vista este, con la unión de la pared de cordwood.

miércoles, 18 de julio de 2018

Segando el centeno


Como cada año por estas fechas, hemos estado segando el centeno. Lo cultivamos muchas veces para mantener algún terreno sin hierba o zarzas hasta el siguiente cultivo, como acolchado o para la cama de las ovejas (su paja larga y gruesa es excelente), de cereal para nosotros y para  los animales (aunque no sea muy apetecible para las gallinas), y porque es un cereal, que al menos en Galicia, no requiere cuidados.


Así que este año, en el terreno donde estaban las patatas el año pasado, lo hemos sembrado y con estos días que llevamos de tormentas, nos hemos apresurado a segarlo para resguardarlo de la lluvia.


Y así quedaba el trabajo listo, ahora solo queda extraer el grano (la parte más engorrosa, sin duda 😉).

miércoles, 28 de marzo de 2018

Puerta principal

Una de las puertas la hemos dejado bastante ancha, así que con esas medidas, lo más sencillo ha sido hacerla a medida.

La hemos hecho con algunas de las tablas machihembradas que nos sobraban del techo.




domingo, 25 de marzo de 2018

Aumenta la familia ovina!

De izda a dcha: cruce galega-castellana negra, ovella galega, oveja castellana negra, oveja xalda, oveja carranzana cara roxa y cordero charolais-suffolk.

Esta semana hemos estado ampliando la zona donde duermen nuestras ovejas porque a aumentado un pelín el rebaño, 3 nuevos en la familia: una oveja xalda (la marrón más pequeña, una raza autóctona de Asturias), una carranzana cara roxa (la que está a su derecha, autóctona del País Vasco) y un macho pequeño (creo recordar que una mezcla de charolais y berrinchon).


Un pequeño espacio cercado al lado de su cama, para que estiren las patas los días de lluvia y cuando no estamos y no las llevamos a otras fincas. Y para darles de vez en cuando algunos de sus platos favoritos.


Y como se han adaptado en menos que canta un gallo, estos días vamos de paseo para que conozcan la zona. Así que, estamos en modo oveja (ya sabía yo al principio que iba a haber ovejas para rato... ♡)

viernes, 26 de enero de 2018

Recogiendo setas para guardar


Estos días hemos recogido unos pocos cantarelos (craterellus tubaeformis) que, aunque este año han llegado un poco tarde debido a la falta de lluvias, suele ser una seta que no falla, y que se deshidrata muy fácilmente.


Un poco extendidos cerca de la estufa y en dos días están listos para guardar. Para nosotros están mucho más sabrosos secos, y ganan en aroma. Listos para dar un toque a cualquiera comida.


Un producto silvestre, recogido de forma respetuosa y más local, imposible.